viernes, 5 de noviembre de 2010

Ensayo Sobre la Ceguera

Partes del Libro:

1. Aparición de la ceguera. En esta etapa empieza un estado de miedo, de sorpresa y curiosidad entre la gente. Aparecen actitudes discriminatorias, los ciegos suelen ser vistos como seres infestados de un mal que pertenece solo a ellos cuando evidencia un estado general al que no se escapará nadie. Es sorprendente la actitud de las autoridades, los ciegos empiezan a ser tratados como bazofia, por poco y no los mandan a un campo de concentración. Ese es el orden que nos gobierna, ese es el criterio sobre el cual la sociedad ha sentado sus bases. En la respuesta del gobierno se hace patente.
2. La cuarentena. La ceguera supuestamente física evidencia un estad de ceguera del alma, del espíritu. En lugar de generarse otra forma de organización, de orden en el que se proteja el bien común, la desesperación, la desesperanza, el miedo y el estado de “inutilidad” llevan a un caos, a una jungla, a un infierno generalizado en el que la urgencia de las necesidades físicas, biológicas socava lazos de solidaridad, de generosidad. El sentido común de los ciego se canibaliza y saca lo peor de sí mismos.
3. Caos: la ceguera generalizada. Se evidencia que la ceguera es un asunto de humanidad, se revela cuan profundamente aislados estamos, que no hemos generado otros lazos, otra forma de acercaros al otro, la ausencia o pérdida de uno de los sentidos( la de la vista) revela cuan poco hemos cultivado nuestra conciencia del otro, el sentido de belleza, etc. Los necesidades biológicas nos gobiernan, el alma se subordina a ellos pero de manera grotesca y canibalesca.
Reflexión personal:
Estuve pensando en qué lugar cumplen los ojos en nuestra vida, en nuestra condición de humanos. Los ojos, entre miiiiiiles de cosas, nos sirven para relacionarnos con el otro, es por ello que no nos podemos ver a nosotros mismos salvo partes de nuestro cuerpo y a través del espejo. Los ojos nos sirven para tomar conciencia del lugar del otro, de la necesidad del otro. La conciencia del otro, y de saber que no estoy solo e este mundo, despierta la necesidad de organización. El orden y organización nos hace tomar conciencia de que los recursos materiales e inmateriales son necesidad de todos y que su distribución no puede estar a la deriva sino bajo un cierto orden (no autoritario) sino que apele al sentido del bien común. Solidaridad y organización van de la mano. Es por eso que se dice que los cargos públicos, y la autoridad, es un ejercicio de servicio.
Lo que más me horrorizó del libro es saber que teniendo ojos, el ser humano se comporta igual. Lo veo en las calles, cuando entro a la combi y veo todos los rostros de la gente muerta, con la tez pálida o gris, con los ojos amarillos, la mirada ausente. Todos ellos parecen hordas que se van a trabajar como burros para conseguir un poco de dinero y comer. No es acaso similar a cuando los ciegos salían a las calles en busca de comida. La situación de caos de la tercera parte de la novela es algo que vemos todos los días en la calle, en las multitudes, en la muchedumbre de la cual todos formamos parte. Y esto último es, para mí, indiscutible. Recordemos que todos se vuelven ciegos, hasta el mismo niño que tiene poca edad para “merecer” este “castigo de volverse ciego”. Con esta ceguera generamos un pendiente a nuestra condición humana que se extiende al otro, al que me antecedió y al que me sucederá. La humanidad es una sola. Tu ceguera es mi ceguera, y mi ceguera es tu ceguera. Todos estamos en el mismo barco.

Frases que me conmovieron:
Mejor sería dejarlos morir de hambre
Ojos vueltos hacia dentro
Sola no puedo, pero estoy dispuesta ayudar
No hacían gestos cas, no movían el cuerpo
El mundo está todo aquí adentro (en la cuarentena)
La llegada del almuerzo fue un bálsamo reconfortante
Si no somos capaces de vivir enteramente como personas, hagamos lo posible para no vivir enteramente como animales
No hay nada en el sentido absoluto, que nos pertenezca
De que me sirve ver, para saber del horror, más de lo que me hubiera podido maginar alguna vez
Que frágil es la vida si se la abandona, nunca había visto tanto silencio en la ciudad
No podéis imaginar lo que es tener ojos en un mundo de ciegos, no soy reina, soy la que ha nacido para ver el horror, vosotros lo sentís, yo lo siento, y además lo veo.
La muerte no es más que el efecto de la desorganización.
Organizarse es tener ojos
El tiempo se está acabando la podredumbre se amontona
El único milagro a nuestro alcance es seguir viviendo.
Que lastima que el médico no fuese violinista aficionado
El olor que desprende el basurero es como una nube de gas toxico
En cierto modo todo cuanto comemos es robado de la boca de otros y, si la robamos demasiado acabamos causando su muerte

Las imágenes ven con los ojos que las ven, solo ahora que la ceguera es para todos
Me volveré mas ciega porque no tendré quien me vea
Las manos son los ojos de los ciegos
No hay ciegos, sino ceguera
La alegría les servía de manjar ( cuando recuperan la vista y ya no hay comida)
Por qué nos hemos quedado ciegos, No lo sé, quizá un día lleguemos a saber la razón,( …), creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, Ciegos que no ven, Ciegos que, viendo, no ven.
Alzo la cabeza al cielo, y lo vio todo blanco, Ahora me toca a mí, pensó. El miedo súbito le hizo bajar los ojos. La ciudad aún estaba allí.

laura.

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